En cualquier proyecto de construcción o renovación, la elección del revestimiento del suelo se vuelve especialmente importante. Pero más todavía cuando estamos hablando de superficies que van a ser utilizadas con un fin industrial o empresarial, porque el suelo va a estar sometido a un uso intensivo, y debe ser muy resistente frente al desgaste. En estos casos, existen dos alternativas de máxima calidad: los suelos de resina epoxy y de poliuretano cemento.Resulta interesante conocer cada una de estas opciones más en profundidad y analizar las diferencias entre ellas, a fin de poder decidir cuál es la mejor solución en cada caso concreto.
Estamos ante dos tipos de revestimientos de suelo muy utilizados en el ámbito industrial, aunque también es cada vez más común verlos en áreas comerciales e incluso en espacios residenciales. Veamos cuáles son las diferencias entre ellos:
Es importante tener en cuenta que la resistencia química de los suelos de poliuretano cemento puede variar según la fórmula específica del producto y el proceso de instalación. Para maximizar la vida útil y la resistencia de este tipo de suelo, se deben seguir las recomendaciones del fabricante y tomar precauciones adecuadas al manipular y almacenar productos químicos en áreas donde se haya instalado este tipo de revestimiento. Merece la pena contactar con un profesional que resuelva todas tus dudas.
En general, los suelos de poliuretano cemento son más resistentes a los ácidos que los suelos de resina epoxi. Esto se debe a que los suelos de poliuretano cemento tienen una mayor concentración de resinas y agentes endurecedores, lo que les confiere una mayor resistencia química.
Los suelos de resina epoxi, por otro lado, suelen estar compuestos por una mezcla de resinas y agentes endurecedores, así como por aditivos que mejoran sus propiedades físicas y mecánicas. Sin embargo, estos aditivos pueden reducir la resistencia química del suelo a ciertos ácidos.
En aplicaciones industriales donde se utilicen ácidos, los suelos de poliuretano cemento son la opción más recomendable. Estos suelos son capaces de soportar la exposición a una amplia gama de ácidos, incluidos ácidos fuertes como el ácido clorhídrico y el ácido sulfúrico.
Los suelos de resina epoxi, por otro lado, pueden ser una opción adecuada para aplicaciones industriales donde se utilicen ácidos débiles o ácidos que no sean agresivos.
Los suelos de resina epoxi y poliuretano cemento para la gran industria son dos opciones viables. Sin embargo, los suelos de poliuretano cemento son una opción más recomendable para aplicaciones industriales donde se requiera una mayor resistencia al desgaste, al impacto y a los productos químicos.
En las viviendas y en los establecimientos de uso público como las oficinas o los centros comerciales, el suelo suma a su finalidad práctica una meramente ornamental o decorativa. Y es que lo que necesitamos en estos espacios son pavimentos que sean resistentes frente al desgaste, seguros, y que tengan una buena estética.
En el ámbito industrial, la estética pasa a un segundo plano, para darle todavía más importancia a la practicidad y la seguridad. De ahí que los materiales usados, por ejemplo, en el suelo de una nave industrial, no tengan nada que ver con los que se utilizan en viviendas.
En las superficies industriales el pavimento pasa desapercibido a simple vista y, sin embargo, tiene una misión fundamental a la hora de garantizar el éxito de las operaciones, como veremos a continuación.
No es casualidad que en estos espacios se opte por suelos de resina epoxy o de poliuretano cemento, porque se busca la máxima seguridad posible. Estos suelos pueden ser antideslizantes, resisten bien los impactos e incluso los derrames de líquidos y productos químicos. Contribuyendo así a generar un entorno de trabajo más seguro.
En suelos de este tipo existen menos posibilidades de que un trabajador pueda llegar a resbalar si se ha producido un vertido de líquidos. Además, maquinaria como las transpaletas eléctricas circulan mejor por estas superficies.
Los espacios industriales no pasan por tantas reformas a lo largo de su vida útil como lo hacen otros inmuebles. Sin embargo, están expuestos a un uso intensivo que hace evidente el desgaste rápidamente si el material elegido no es el adecuado.
Por tanto, requieren un pavimento de calidad y bien instalado, capaz de resistir durante mucho tiempo con un mantenimiento adecuado.
En ciertos sectores como el farmacéutico o el alimentario, la higiene es prioritaria. Es necesario que los pavimentos sean fácilmente lavables y resistentes frente a la penetración de bacterias, porque esta es la mejor manera de garantizar que los productos no se vean afectados.
Materiales como los que estamos analizando tienen a su favor que se pueden higienizar de manera sencilla. De hecho, el poliuretano cemento es de uso común en laboratorios.
El material elegido para el pavimento también influye en cómo pueden moverse las mercancías en el almacén. Cuanta más calidad tenga el suelo y menos se desgaste, más fácil será que el flujo de trabajo sea fluido.
Con un suelo que permite una buena maniobrabilidad, tareas como la carga y descarga de camiones, o la ubicación de la mercancía en su correspondiente estantería, resultan mucho más sencillas.
Aunque la presencia de clientes en los espacios industriales no es algo habitual, un pavimento de calidad que presenta un buen aspecto también pasa a formar parte de la imagen que transmite la empresa.
Un buen ejemplo lo encontramos en la empresa aeroespacial, en la que incluso los lugares de trabajo están cuidados hasta el más mínimo. No en vano, es habitual que este tipo de empresas usen las imágenes de sus espacios productivos en su web y otras comunicaciones corporativas, porque son conscientes del buen efecto que causan en el público.
Cualquiera de estas dos modalidades de pavimentos pueden usarse en el ámbito industrial y ofrecer ventajas en cuanto a higiene, mantenimiento, durabilidad, etc. Pero para saber cuál elegir, es necesario conocer mejor sus características.
Están catalogados dentro de los pavimentos continuos. El suelo se aplica a través de un revestimiento que no necesita de ninguna junta de dilatación y que cubre totalmente las superficies, así que se puede colocar directamente sobre el pavimento existente.
El revestimiento se crea combinando diferentes resinas epoxi con su respectivo catalizador. Cuando el polímero termoestable se mezcla con el agente catalizador, se produce una reacción que causa el endurecimiento del material. Esto da lugar a suelos con una alta impermeabilidad, muy resistentes frente a la abrasión y con una larga vida útil.
Entre sus características podemos destacar las siguientes:
Una de las cosas que tienen en común los suelos de resina epoxy y de poliuretano cemento es que son pavimentos continuos. En el caso del poliuretano cemento, estamos ante un revestimiento que combina las resinas de poliuretano con cementos y otros agregados. Esto genera una superficie lisa, rugosa, resistente, y que da muy buenos resultados en industrias en las que la seguridad y la higiene son primordiales, como ocurre en el sector de la alimentación y de la industria química.
Es un material muy versátil que se ha convertido en uno de los pavimentos más utilizados dentro del ámbito industrial. Siendo uno de sus puntos fuertes el hecho de que se puede aplicar encima de casi cualquier superficie sin necesidad de tener que retirar el suelo antiguo.
Sus características más destacables son las siguientes:
Las constructoras, técnicos y arquitectos que estén considerando instalar suelos de resina epoxi para industria deben tener en cuenta los siguientes factores:
Es importante tener en cuenta los factores mencionados anteriormente y trabajar con un contratista de confianza que tenga experiencia para tomar una decisión informada. ¿Tienes dudas sobre este tema? Contacta con nosotros y te asesoraremos en todo lo que necesites.